La creciente de los ríos Catarama, Clementina, San Pablo y los Esteros La Chorrera y Lagarto no solo causa problemas a los habitantes de varios sectores de Babahoyo, sino a cientos de conductores que circulan con sus vehículos por la vía Quevedo-Babahoyo-Guayaquil, así como otras secundarias.
Un percance que pudo ser de consecuencias fatales se presentó a las 17:20 de ayer, cuando el camión marca Hino circulaba por La Chorrera, vía Quevedo-Babahoyo, antes de llegar al distribuidor de tráfico para tomar la vía a Guayaquil.
El conductor Joel Rivera González, pese a las precauciones que adoptó para pasar por un tramo inundado, se salió de la calzada y el carro cayó a la sabana y quedó casi cubierto por el agua. Rivera logró salir a tiempo con ayuda de canoeros que ayudaban a cruzar a las personas por el sitio, así como de otros conductores.
Pero en ese mismo momento cruzaba un Vitara blanco conducido por Julio Guerra, de 76 años. También ese carro se hundió en la sabana y cuando el conductor estuvo a punto de ahogarse, los presentes se dieron cuenta y lograron rescatarlo con síntomas de asfixia.
Jacinto Barsallo, miembro de la Policía, dijo que hay tramos de la vía que están llenos de agua en forma permanente y eso dificulta la visibilidad, por lo que los carros se salen de la calzada, pese a que esta es señalizada. Pidió precaución.
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