El británico Lewis
Hamilton (McLaren) ganó ayer el Gran Premio de Estados Unidos de F1, penúltimo
del año, por delante de los rivales por el título mundial, Sebastian Vettel
(Red Bull) y Fernando Alonso (Ferrari), quienes definirán la corona en Brasil
el próximo domingo.
Vettel, que empezó desde la pole, pero fue
superado por Hamilton en la vuelta 42, lleva ahora una ventaja de 13 puntos
sobre Alonso.
El alemán de 25 años, que lidera el campeonato
con 273 puntos contra 260 de Alonso, quiere convertirse en el tricampeón
mundial más joven de la historia.
El germano solo necesitará quedar cuarto en la
final de Sao Paulo, Brasil, para quedarse con el título, pero el clima en
Interlagos podría complicar la carrera y el persistente Alonso no puede ser
descartado para la que también podría ser su tercera presea del campeonato.
El segundo puesto de Vettel fue suficiente para
que Red Bull asegure el título de Constructores 2012. Es el cuarto equipo en
los 62 años en conseguir ese galardón por tercer año consecutivo.
Alonso quedó tercero tras largar séptimo,
gracias a la decisión de su equipo de variar la caja de cambios del coche de su
compañero de equipo Felipe Massa. El retraso en cinco puestos de Massa permitió
a Alonso subir al séptimo, crucial ya que le permitió largar desde la parte
limpia de la pista.
Sorprendentemente, fue la primera vez en que los
tres mejores pilotos de la F1 actual compartieron el podio y para marcar la
ocasión en Texas, los tres corredores se calzaron los tradicionales sombreros
Stetson.
Massa logró un sólido cuarto puesto por delante
de Jenson Button en el segundo McLaren. Kimi Raikkonen finalizó sexto, su
compañero Romain Grosjean séptimo seguido por Nico Hulkenberg (Force India), el
venezolano Pastor Maldonado (Williams) y su compañero de equipo Bruno Senna.
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