Desde cerca de las 17:00 del martes pasado hasta el mediodía de ayer persistió una lluvia de moderada a fuerte en la ciudad. El resultado de quince horas de lluvia, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), fue caos vehicular, calles anegadas y parte de una casa desplomada.
La vivienda, de fabricación mixta, está ubicada en Sucre entre Esmeraldas y José Mascote. Por la lluvia, a las 19:00 del martes pasado, la pared trasera se cayó, afectando el techo de la casa contigua.
“Se sintió como si fuera un terremoto... vinieron los bomberos y gracias a Dios no hubo heridos, pero a nosotros nos causó daño en el zinc de la casa”, comentó Carlos Salvatier, quien solicitó al Municipio que interviniera en dicha construcción, pues temía que la pared que es más alta y pegada a su vivienda también se desplomara.
Mientras, empapado, en la esquina de Clemente Ballén y Machala, Félix Chavarría, de 34 años, esperaba ayer por más de quince minutos el bus de la línea 28 para trasladarse a su trabajo, en el Puerto Marítimo.
En las calles Portete entre Ambato y Guaranda, el agua sobrepasó el nivel de la vía y anegó la vereda. Allí, Carmen, quien prefirió no dar su apellido, retiró con una escoba el agua que ingresó a su vivienda. Los carros y buses que circulaban por el sitio formaban una ola que llevaba el agua estancada a su casa.
Sectores como La Pradera, Coviem, Fertisa, Guasmo norte, Malvinas, isla Trinitaria, entre otros, también resultaron anegado s. En las vías principales de la ciudad como la avenida de las Américas, Francisco de Orellana, Pedro Menéndez Gilbert, Benjamín Rosales y Plaza Dañín se registraron, de 07:00 a 10:00 de ayer, caos vehicular y algunos vehículos averiados en profundas lagunas que allí se formaron.
Uno de los afectados en la vía Perimetral, a la altura de la ciudadela Los Ceibos, fue Ecuador Ponce, quien empujó, sin zapatos, su auto para sacarlo de la laguna. “Se me apagó el carro, parece que se mojó el motor de arranque. Me toca esperar hasta que se seque para poder prenderlo”, dijo el hombre.
En tanto, los cerca de 500 alumnos del centro de educación básica fiscal José Martínez Queirolo, de Colinas de la Florida II, debieron regresar a sus casas porque la lluvia inundó de agua y lodo las aulas. El plantel fue creado hace dos años y su infraestructura fue levantada con aporte de los padres de familia. Aún no puede ser beneficiado con obras porque aún no tiene las escrituras a nombre del Ministerio de Educación.
Asimismo, en la Pradera II, un árbol se cayó a causa de la lluvia. “Parece que el agua debilitó la tierra y las raíces no eran profundas, por eso se cayó y afectó la parte trasera de mi auto”, dijo Elsy Vera, quien habita al pie del árbol que se desplomó la noche del martes y hasta las 12:00 de ayer permanecía en el suelo.
Fuente: eluniverso.com
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