España Campeon de la Copa Davis

Rafael Nadal, héroe de un final dramático, proporcionó la quinta Copa Davis al tenis español, tras remontar la desventaja inicial que puso fin a la resistencia de Juan Martín del Potro (1-6, 6-4, 6-1 y 7-6), incapaz de derribar el maleficio que persigue a Argentina en el torneo.
Nadal logró por primera vez el punto definitivo en una final de Davis después de cuatro horas y siete minutos de batalla sobre la arcilla del estadio Olímpico de Sevilla. Del Potro luchó hasta el final, pero se vino abajo físicamente, mermado por el desgaste en los individuales del viernes ante David Ferrer.
Nadal, Ferrer, Feliciano López y Fernando Verdasco recorrieron la cancha festejando con su afición.
La serie en Sevilla vivió su mejor ambiente en la jornada decisiva. Con 2-1 abajo tras la victoria argentina del sábado en dobles, Del Potro tenía la difícil papeleta de vencer a Nadal.
Y estuvo cerca de conseguirlo. En un primer set espectacular, la Torre de Tandil dominó a un irreconocible Nadal, al que quebró sus tres servicios para anotarse un contundente 6-1.

El punto de inflexión llegó al inicio del segundo parcial. Del Potro quebró en el primer game y se puso 2-0. Pero el argentino no supo cerrar el juego y Nadal remontó e igualó el marcador. En ese momento, el saque de Nadal funcionó y el aliento de los más de 24.000 espectadores hizo el resto.
La derecha paralela del español destrozó a Del Potro y en el décimo game, Nadal quebró y se llevó el set 6-4.
Del Potro fue al vestuario para tomar aire; pero Nadal fue un vendaval en el tercer set. Quebró el segundo y el sexto juego, gracias a un paralelo a la derecha del rival.

Cuando todo parecía decidido, Del Potro resucitó, apeló a la épica en el cuarto set e intentó la remontada.
Nadal desperdició una ventaja de 2-0. Con 4-3 a favor, Del Potro quebró a Nadal y dispuso de servicio para ganar el parcial. Pero con 30-30, cometió una doble falta y Nadal devolvió la ruptura.
Del Potro acusó el golpe y Nadal rompió en el undécimo juego. Pero con 6-5, el argentino no se rindió, recuperó la ruptura a un nervioso Nadal y forzó la muerte súbita. Ahí resurgió el mejor juego del español y arrolló 7-0 para cerrar con una derecha al ángulo izquierdo.