La rabia humana, producida por la picadura de murciélagos a indígenas
shuar, sigue cobrando vidas y hasta ayer la cifra de muertos llegaba a
cuatro. Las autoridades de Salud de Morona Santiago y dirigentes shuar
aceptaron que el número de fallecidos podría aumentar.
Edwin Sarche, director (e) del hospital de Macas, informó ayer que el jueves 24 de noviembre llegó a esa casa de salud un niño de 9 años, quien falleció en el momento de hacerle la transferencia a Cuenca. Primero se desconocía si se trataba de rabia, pero la biopsia reveló que esa era la causa.
El sábado 26 se remitieron tres nuevos casos, de los cuales uno murió ayer a las 05:30. Era un niño de 7 años. Mientras que dos menores, de 11 y 15 años, estaban hasta la tarde de ayer con pronóstico muy grave, pues presentaban la misma sintomatología del fallecido.
Los dos decesos se suman a otros dos menores que hace dos semanas murieron en Cuenca, adonde fueron llevados desde la comunidad Tarimias del cantón Taisha, a la que solo se accede en avioneta.
Asimismo, se conoce que existen seis casos más que estarían todavía en las comunidades selváticas y se discute en medios médicos la necesidad de que estos sean tratados en Taisha, para evitar el contagio. Pero para eso se requiere de medidas sanitarias, explicó el director médico.
Sarche informó que para evitar un contagio en el hospital consiguió 50 dosis de vacunas. Se ha procedido a vacunar al personal hospitalario que está cercano a los casos y a los familiares de los pacientes. Indicó que el padre de la niña de 11 años se había resistido a la vacuna y abandonó el hospital, aduciendo que el caso es de brujería y no de rabia.
Indicó que esto es grave ya que los pacientes enfermos transmiten la enfermedad por contagio a través de la saliva y se requiere que todos se vacunen en las comunidades afectadas, por lo que pide que se suministren más dosis.
Edwin Sarche, director (e) del hospital de Macas, informó ayer que el jueves 24 de noviembre llegó a esa casa de salud un niño de 9 años, quien falleció en el momento de hacerle la transferencia a Cuenca. Primero se desconocía si se trataba de rabia, pero la biopsia reveló que esa era la causa.
El sábado 26 se remitieron tres nuevos casos, de los cuales uno murió ayer a las 05:30. Era un niño de 7 años. Mientras que dos menores, de 11 y 15 años, estaban hasta la tarde de ayer con pronóstico muy grave, pues presentaban la misma sintomatología del fallecido.
Los dos decesos se suman a otros dos menores que hace dos semanas murieron en Cuenca, adonde fueron llevados desde la comunidad Tarimias del cantón Taisha, a la que solo se accede en avioneta.
Asimismo, se conoce que existen seis casos más que estarían todavía en las comunidades selváticas y se discute en medios médicos la necesidad de que estos sean tratados en Taisha, para evitar el contagio. Pero para eso se requiere de medidas sanitarias, explicó el director médico.
Sarche informó que para evitar un contagio en el hospital consiguió 50 dosis de vacunas. Se ha procedido a vacunar al personal hospitalario que está cercano a los casos y a los familiares de los pacientes. Indicó que el padre de la niña de 11 años se había resistido a la vacuna y abandonó el hospital, aduciendo que el caso es de brujería y no de rabia.
Indicó que esto es grave ya que los pacientes enfermos transmiten la enfermedad por contagio a través de la saliva y se requiere que todos se vacunen en las comunidades afectadas, por lo que pide que se suministren más dosis.
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